La industria del automóvil: oportunidades y retos
Los fabricantes y proveedores tradicionales serán muy vulnerables los próximos años. Tendrán que luchar contra la caída de los márgenes y al mismo tiempo realizar mayores inversiones en electromovilidad y en nuevas innovaciones orientadas al cliente.
Mientras todo este proceso de cambio se genera, la industria del automóvil atraviesa uno de los momentos más complicados de su historia por la combinación de diversos factores que ponen en riesgo el funcionamiento de las empresas y el flujo de coches en el mercado.
Problemas logísticos y de aprovisionamiento, sobrecostes energéticos, problemas de mano de obra cualificada, un escenario económico y político complicado, un consumidor más concienciado y exigente,… entre otros son algunos de los problemas que enfrentan hoy y en el futuro próximo los fabricantes de coches.
El motor de combustión que durante décadas ha sido el corazón de la industria automovilística, se está quedando obsoleto. Más y más nuevos competidores se abrirán paso en el mercado, lo que hará la vida difícil para los veteranos, que toman posiciones en el mercado mediante fusiones y adquisiciones.
PwC Autofacts estima que el inventario en Europa, que actualmente es de más de 280 millones de vehículos podría reducirse en 2030 a unos 200 millones. Esto supondría una disminución de más del 25%. En el caso de EE.UU, prevemos una reducción del 22% hasta 212 millones de vehículos.
Debido a la diferente situación del mercado en China, el inventario allí podría crecer casi un 50% en el mismo periodo de tiempo, hasta los 275 millones de vehículos, a pesar de la mayor utilización, pero las ventas de vehículos seguirán aumentando.
La automoción es una fuente de trabajo constante, seriamente amenazada
La fabricación de un coche implica la manufactura de una gran cantidad de elementos que se unen durante su ensamblaje en las fábricas, pero la industria automotriz implica todo un conjunto de organizaciones y compañías que se dedican a diseñar, desarrollar, fabricar y vender coches. Y en todas ellas el elemento humano es indispensable.
“Una compañía automovilística que emplea a 100 personas, genera efectos en la contratación de hasta 500 trabajadores”, por todas las empresas asociadas que giran en torno a ella.
Efectos laborales y económicos a gran escala
Aunque la gran mayoría de vehículos se producen en varias regiones del mundo, gran parte de la fabricación está concentrada en países como EE.UU, México, Japón, Corea del Sur y China.
Aunque otros países más pequeños como Eslovaquia, un país con poco más de 5.6 millones de habitantes, alberga grandes fábricas de Volkswagen, Peugeot y Kia, y produce un millón de automóviles al año, lo que lo convierte en la nación con la mayor producción per cápita del mundo.
Cuando todas las personas que intervienen en la cadena de fabricación de automóviles se ven afectadas, se resiente la economía local, especialmente cuando se cierran algunas plantas de forma total o temporal.
Pero también se resiente la economía del país que pierde una de las principales fuentes de exportación. En Japón, país de marcas como Toyota y Nissan, la escasez de partes hizo que las exportaciones del sector bajaran un 46% en septiembre, en comparación con el año anterior, una clara demostración de la importancia de la industria automotriz para su economía.
Los grandes peligros de la industria: falta de componentes, logística y sobrecostes energéticos.
La falta de componentes, sobre todo semiconductores, ha sido desde el parón industrial en China y el cierre de fronteras generado por la pandemia y diversos paros por causas climatológicas uno de los principales problemas para los fabricantes de vehículos.
AlixPartners calcula que, debido a la escasez, se dejaron de producir en 7,7 millones de vehículos en 2021, lo que se traduce en un costo de 210.000 millones de dólares para la industria en ingresos perdidos.
La escasez de chips a nivel global forzó a las marcas automovilísticas a repensar su cadena de fabricación y distribución. Los fabricantes han recurrido a múltiples estrategias de emergencia. Una de las primeras soluciones fue reducir la cantidad de chips necesarios dentro de un coche. Debido a que esto implica reducir las capacidades de los vehículos, naturalmente esto no se considera una solución ideal.
Otra solución temporal que muchas marcas tomaron fue continuar la producción de vehículos y luego apartarlos en lotes mientras llegaban los chips. Estas estrategias han ayudado, pero queda claro que no pueden ser soluciones viables a largo plazo.
Pero, no sólo faltan componentes electrónicos. El magnesio, básico para la fabricación del aluminio, y el silicio también escasean en el mercado con el consiguiente incremento de precios.
El alza del precio de la electricidad y el gas supone un importante incremento de costes para una industria manufacturera como la automoción.
El transporte es otro de los graves problemas que deben enfrentar las marcas. Graves problemas en el transporte marítimo y un gran incremento de precios han generado desabastecimiento de los mercados e importantes sobrecostes. Lo mismo, ha ocurrido en el transporte por carretera.
Además, el contexto de incertidumbre económica ha generado serios problemas en lo que respecta al desarrollo de la actividad automóvil. La producción de vehículos se aleja paulatinamente de su ritmo habitual.
Todo esto ha generado que las grandes marcas concentren sus esfuerzos en mantenerse a flote y, ante este nuevo escenario económico, han decidido paralizar algunos proyectos y retrasar inversiones que estaban previstas incluso antes de la llegada de la pandemia.
Es probable que aumente el ritmo de la actividad de consolidación en la industria con nuevas fusiones y adquisiciones, y esto continuará a medida que los proveedores tradicionales compren empresas de tecnología para obtener nuevos productos y posiciones de mercado
La incertidumbre se apodera del sector automotor
Los augurios para este año son pesimistas por varias razones: el menor crecimiento de la economía, un menor flujo de financiación para la compra de vehículos, unos altos costes energéticos y, en el contexto internacional, el desabastecimiento continuado de componentes que impacta directamente en la producción y el inventario de vehículos en los concesionarios, tanto en los mercados locales como internacionales.
El último mes del año 2022 las ventas de coches nuevos en España cayeron hasta las 73.927 unidades en parte debido a los problemas de transporte de los coches a los concesionarios.
En 2022, la cifra final de ventas se queda en 813.396 unidades, un 5,3% inferior a la de 2021 y alejada de las previsiones de 820.000 vehículos. A todos los problemas, hay que sumar los persistentes cuellos de botella en el aprovisionamiento de vehículos, lo que ha condicionado mucho la actividad de los concesionarios.
Faltan vehículos en el mercado
Todo esto provoca una inédita escasez de automóviles a nivel mundial y pueden pasar meses antes de que los compradores puedan disponer del automóvil deseado.
Esa escasez ha provocado un aumento de precios en algunos modelos de coches nuevos y ha disparado la venta y los precios de los coches de ocasión. Muchas de las empresas solo están produciendo los vehículos que les generan mayores ganancias, como los SUV, los pick ups o versiones de lujo. Mientras más dure la escasez, más profundo será el efecto económico. Las economías modernas necesitan vehículos para funcionar.
En estos días es difícil encontrar camiones, vehículos esenciales para transportar productos, lo cual es una restricción para el crecimiento. La disminución de las ventas de coches nuevos provoca un mayor envejecimiento del parque móvil.
Además de afectar la economía y ocasionar una caída significativa en el volumen de empleo, el uso de coches más antiguos provoca un incremento importante en el número de siniestros.
Cambios en los compradores
La industria automovilística ya está viendo cambios en la forma en que los compradores adquieren sus vehículos. La generación de jóvenes con conocimientos técnicos será un motor importante en el desarrollo de soluciones de movilidad más sostenibles y convenientes en los próximos años.
Si bien las ventas o el alquiler siguen siendo las formas principales de poseer un vehículo, hay otros modelos de compra que son cada vez más populares, por ejemplo: servicios por suscripción, como Maven™ de GM, Turo ( participada por Daimler AG) o Getaround (participada por Toyota) , o servicios para compartir coche, como Flexdrive™.
Hay un aumento considerable en la demanda de personalizaciones. Hoy en día, a los compradores no les basta con elegir un producto de entre un número limitado de paquetes ya establecidos.
Los fabricantes de vehículos ya no pueden fiarse de que mejorarán los márgenes de una producción a gran volumen minimizando el número de configuraciones disponibles.
En lugar de eso, para cumplir con esta nueva expectativa, los fabricantes están construyendo una mayor variedad de configuraciones en volúmenes más pequeños.
Los compradores también buscan vehículos que permitan ahorrar más combustible y generen menos emisiones, y están encontrando eso en los vehículos con baterías eléctricas (BEV) o en los vehículos híbridos que se enchufan (PHEV).
Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía, en 2021 casi el 10% de las ventas mundiales de automóviles eran eléctricos, el cuádruple que en 2019, hasta llegar a los 16,5 millones. En el primer trimestre de 2022 la tendencia se mantenía con 2 millones de coches eléctricos vendidos, un 75% más que en 2021.
Es importante destacar el papel de China en este mercado electrificado. Se vendieron 3,3 millones de vehículos en China en 2021, mientras que en Europa se vendieron 2,3 millones y en Estados Unidos sólo 630.000. En otros mercados, menos desarrollados la participación es insignificante.
Cambios en la mano de obra
Las empresas del sector automotriz necesitan encontrar trabajadores cualificados para reemplazar a los que se jubilarán en los próximos años (más del 25 % de los trabajadores de fabricación de hoy tienen más de 55 años), sino que también deben encontrar formas de capturar el conocimiento institucional de los que se retiran y hacer que ésta información esté disponible para el personal nuevo.
Y esta nueva plantilla, en su mayoría millennial, viene con sus propias expectativas sobre el lugar de trabajo, como beneficios flexibles y el reconocimiento de la conciliación entre vida familiar y laboral.
Fuentes:
https://www.autofacil.es/industria/ventas-de-coches-nuevos-diciembre-2022/526877.html
https://www.pwc.es/es/automocion/cinco-tendencias-transformacion-mercado-automovil.html
https://www2.deloitte.com/es/es/pages/public-sector/articles/futuro-automovil-europeo.html