Los ADAS ya podrán utilizarse en el examen de conducir en España
El desarrollo de los ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) o sistemas avanzados de ayuda a la conducción, se ha acelerado notablemente durante los últimos años. Y, considerando que el objetivo de muchas marcas sigue siendo el coche de conducción autónoma es fácil ver la incorporación gradual de ADAS a los vehículos como un avance en esa dirección.
De forma genérica, hablamos de sistemas que empleando diferentes tecnologías (láser, LIDAR, cámaras o radares, entre otras), detectan información en el entorno del vehículo y, de acuerdo con ella, actúan de la forma más adecuada a la situación.
Las ventajas de los sistemas avanzados de ayuda a la conducción se podrían resumir en dos palabras: seguridad y comodidad. Es un hecho contrastado que un 20% de los accidentes de tráfico están causados por distracciones según datos del reciente estudio de Fundación Línea Directa, y las ayudas automatizadas parecen capaces de reducir esos siniestros de forma drástica. A ello se suma su evidente utilidad para simplificar la conducción y hacer la vida mucho más fácil a la persona que se sienta a los mandos del vehículo.
El proceso que llevó a permitir los ADAS en el examen de conducir
Aunque ya hace años que los automóviles de calle empezaron a incorporar ayudas a la conducción, la Dirección General de Tráfico se venía mostrando reacia a permitir los ADAS en las pruebas para obtener el permiso de conducir. El argumento principal del organismo se basaba en que, al facilitar la tarea del aspirante, las ayudas impedían valorar su verdadera aptitud para circular.
Frente a ello, desde entidades como la CNAE (Confederación Nacional de Autoescuelas) se esgrimía la necesidad de que las pruebas estuviesen adaptadas a los vehículos disponibles en el mercado. Se sostenía que si los alumnos de las autoescuelas sabían que no podrían emplear ADAS en el examen, no tendrían interés en recibir formación acerca de ellos, y eso llevaría a un contrasentido: se estaría renunciando a medios capaces de hacer las carreteras más seguras.
Por otro lado, se llamaba la atención sobre el hecho de que en numerosos países europeos ya se permitían las ayudas a la conducción en el examen práctico. Así, tanto el Reino Unido como Alemania, Francia, Bélgica, Holanda o los países escandinavos habían aceptado su utilización, mientras a principios de 2018, España e Italia estaban entre los estados que no habían dado el paso.
Finalmente, en septiembre de 2019, la DGT aceptaba el empleo de algunas de esas ayudas para la realización de la prueba práctica del examen. Pero, como veremos ahora, se establecían ciertos límites.
¿Cuáles son las ayudas a la conducción aceptadas en el examen?
En la actualidad, la DGT permite determinados ADAS para realizar las pruebas, algunos de los cuales están entre los que, a partir de 2022, serán obligatorios para los vehículos de la Unión Europea. Los sistemas aceptados son los siguientes:
- Start-stop, que apaga el motor cuando está al ralentí, para ahorrar combustible, y lo vuelve a encender en cuanto se pisa el embrague.
- Ayuda de salida en pendiente, que impide que el coche se vaya hacia atrás en una cuesta al levantar el pie del freno.
- Activación automática de alumbrado y limpiaparabrisas.
- Frenado de emergencia, que avisa al conductor o bien frena cuando existe peligro inminente de colisión.
- Alerta de tráfico cruzado, similar al anterior pero que se activa al salir marcha atrás de un estacionamiento en batería.
- Cámaras y sensores para el estacionamiento, incluyéndose en las primeras las de marcha atrás y aquellas que ofrecen visión de 360 grados.
- Detección de fatiga, que alerta al conductor cuando pierde la concentración al volante por exceso de cansancio o sueño.
- Aviso de frenada de emergencia, que indica cuándo el coche que circula delante está realizando una frenada de ese tipo.
Por el contrario, el uso de estos sistemas no está permitido durante el examen:
- Control adaptativo de la velocidad.
- Aviso y corrección del cambio involuntario de carril.
- Estacionamiento automático (es decir, aquellos sistemas que aparcar el vehículo con casi total autonomía).
En resumen, el hecho de que los sistemas ADAS ya se incorporen en los exámenes de conducir, es un indicador claro de que su incorporación a los vehículos no es un capricho de las marcas fabricantes, sino una línea a seguir en el futuro de la conducción por la que también apuesta la Unión Europea y los organismos internacionales encargados de la seguridad vial.